Después de realizar una visita a la comunidad de Quibdó, Chocó, el pasado mes de Febrero del 2024, los padres Armando Valencia – Superior Provincial y el Padre Anselmus Baru – Prefecto de Apostolado, iniciaron las visitas fraternas a la Zona Valle -Tumaco en la Región Colombia de la Provincia.
Los días 25 de Febrero al 1 de Marzo, se realizó la visita a la Comunidad Claretiana de La Espriella, Tumaco, que atiende la parroquia de la Virgen del Carmen. Están presentes los integrantes de la comunidad los padres Elkin Nasrralah, Alberto Cardona, Álvaro Andrés Marín y el Hermano Luis Hernando Rivera.
En esta visita se realiza la reunión plenaria con la comunidad, con el fin de escuchar a la comunidad en cuanto las siguientes dimensiones de nuestra vida misionera: la organización, responsabilidades de la comunidad, vida pastoral de la misma. Nuestras comunidades son comunidades misioneras, y están caracterizadas por la acogida, abierta y cercana a la gente. Así también, en su dimensión pastoral, se pide a la comunidad seguir trabajando fuera de atenciones sacramentales y litúrgicas, pues es importante formar agentes pastorales y feligreses en la parte Bíblica, SOMI (Solidaridad y Misión), de manera creativa, acercarnos más a los jóvenes que están en nuestra zona parroquial. Así mismo se enfatiza la importancia de trabajar y acompañar a los jóvenes para la vocación Claretiana. El Pueblo Tumaqueño es un pueblo Afro que es rico en su cultura, así se pide también a la comunidad dedicarse a la pastoral de la interculturalidad.
El día 28 de Febrero, en horas de la tarde, se tuvo el dialogo con el obispo de Tumaco, Monseñor Olave Villanoba. El padre Armando Valencia, como Superior Provincial, agradeció al monseñor por darnos la oportunidad de estar en esta zona de Tumaco. Para nosotros es una alegría vivir y servir el pueblo de Dios desde nuestro carisma en esta zona del Pacifico Colombiano. Por su parte monseñor agradece nuestra presencia misionera, y nos pide seguir colaborando con diócesis de Tumaco, especialmente desde nuestro carisma como oyentes y servidores de la Palabra.
Demos gracias a Dios por el don de la vida misionera y carisma claretiano que nos permite acercarnos a esta realidad del pueblo tumaqueño.