Medellín, junio 19 – 23 de 2023
A modo de Crónica de la IV Asamblea Provincial
La presencia de casi la totalidad de los misioneros claretianos de Colombia Venezuela y la compañía de varios laicos y sobre todo laicas de nuestras regiones y zonas, ha permitido afrontar de manera sencilla pero profunda, una cuestión nada fácil, pero importante para nuestra vida y misión: La Presencia de la Palabra, su significado en la vida y la importancia de ella en la Misión.
Nuestro encuentro con la palabra lo vivimos en tres momentos. En el primero se hizo una solemne Entronización. Animados por Juan Carlos García, pusimos el signo central: el Evangeliario, la luz, el agua y el espejo, que presidirán nuestro espacio de trabajo.
El segundo momento trajo a consideración «Lo importante que es La Palabra y lo esencial que son las palabras…«. Desde la primera carta de Juan, 1, 1 – 4 Juan Bautista Flórez nos presentó a José Juan Tablada, personaje de la historia literaria latinoamericana que en su preocupación por la Palabrería que obnubila y entorpece el servicio de la palabra en la vida del ser humano, perjudicando la comunicación, logra llegar a entender el proceso de producción de un poeta italiano, Giuseppe Ungaretti y la simplicidad de una poesía que llega a ser la más breve en todos los idiomas, y se pone como paradigma para nuestra vivencia del servicio misionero a la Palabra, concluyendo que la inmensidad de la Palabra y la grandeza de las palabras le darán sentido a nuestra misión.
Y el tercer momento de nuestra Asamblea fue el ameno y compartido encuentro grupal y la sesión plenaria que recogió para todos y todas las “casi poesías” que logramos producir para nuestra reflexión y deleite…
Terminamos con la Celebración Eucarística, presidida por Albeiro Ospina Y José Yerlin Asprilla, que celebran su cumpleaños, enfatizando en el momento penitencial que habíamos preparado en los grupos.
En la noche el padre Armando nos saluda y abre oficialmente la Asamblea motivando nuestra participación, retándonos a continuar Arraigados en Cristo y Audaces en la Misión.
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El segundo día de la Asamblea se inició con la celebración de la Eucaristía, centrada en el texto de Marcos 2, 3 -5, motivada y presidida por la joven generación de nuestros presbíteros y los responsables de Justicia y Paz.
Y el tema central nos ha congregado en torno a la realidad: La de nuestras regiones, Colombia y Venezuela, que con el aporte y la profundidad de Agustín Monroy y Alirio Osorio, nos ofrecen datos y motivos para hablar y poner en común nuestras inquietudes… esta realidad es un llamado a no polarizarnos en posiciones pero sí a dialogar, investigar, leer e informarnos.
También la realidad eclesial, magistralmente guiada por José Fernando Tobón, que nos hace un ejercicio de medios de comunicación en línea y produce una nube de palabras en torno a los problemas y soluciones que vemos para la iglesia en este momento, nos acerca a la coyuntura eclesial del Sínodo de la sinodalidad y la presentación aún fresca, del Instrumentum laboris, apenas entregado esta mañana. La imagen de los signos que caracterizan a una iglesia sinodal queda en nuestras retinas y en los archivos digitales de nuestros teléfonos.
Juan Bautista complementa esta realidad eclesial presentando y motivando la lectura de la Carta del papa Francisco Sublímitas et miseria hominis con motivo de los 400 años del nacimiento de Blais Pascal.
Al caer la tarde y motivados por la Realidad de la Congregación desde la carta del padre general, en ternas, compartimos las preguntas que se le han hecho a toda la congregación…
Terminamos nuestra jornada en ambiente de oración motivados por nuestros hermanos de Hogares Claret y UNICLARETIANA.
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Iniciamos el tercer día de nuestra Asamblea con la celebración eucarística presidida por los claretianos jóvenes y que trabajan con los jóvenes. José Miguel Cambero, Álvaro Marín, Alirio Osorio y Víctor Armando Gómez guiaron, desde la parábola del sembrador en la versión de Lucas 8, 4 – 8, la Eucaristía. Perdón, homilía, acción de gracias fueron todo un símbolo hecho tierra, agua, semilla, sembradores y sembradoras… estamos retados a sembrar, cuidar y recoger el fruto de la Palabra en nuestra vida y realidad.
Encontrarnos, hablar, dialogar, conversar fue todo el ejercicio de la mañana. Primero por parejas y luego por zonas. La tarde nos convocó como Provincia y entre dulces, bebidas y galletas compartimos, conversando, una serie de elementos a resaltar en la vida provincial, en las comunidades y sobre todo en la misión. Muchos hicieron compromisos concretos y los plasmaron en propuestas.
Dejando huellas por todo el espacio del jardín nos convocaron la Luz y la Palabra en la cancha de la casa y en un gran círculo y con un abrazo general terminamos rezando el padrenuestro motivados por las palabras del padre general. La oración de la tarde y la cena sellaron nuestro día, y muchos, aprovechando el encuentro, seguimos conversando y dialogando hasta muy entrada la noche, otros se van a descansar.
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El Cuarto día de Asamblea se inicia con la Eucaristía animada por las casas de formación y Presidida por Alexander José y los que han sido prefectos de formación en los últimos años. Nos ilumina el texto de Juan 17, 14 – 25 y se nos presentan las diferentes casas invitándonos a orar y a hacer cercana la experiencia y misión de la formación en nuestra cotidianidad.
Y acercándonos al Primer proceso de transformación en la Provincia el padre Armando Valencia nos presenta un panorama de la realidad provincial, animándonos para que cada uno se haga responsable de la misión encomendada tanto a nivel personal como comunitario. Se expresan preocupaciones y retos, sobre todo en el trabajo juvenil y vocacional. El Prefecto de apostolado, Anselmus Baru, en el contexto de las visitas a las comunidades señala las semillas de vida, las malezas o enfermedades y los desafíos que se descubren para nuestra vida misionera. Y, aunque no estaba programado, escuchamos algunos informes de las distintas pastorales, se hicieron resonancias y se suscitaron comentarios…
En la tarde miramos profundamente el segundo proceso de transformación: comunidad de Testigos y Mensajeros presentando el contexto y los resultados de la Comisión de Revisión de posiciones y también se nos presentó la programación del Centenario de Presencia Claretiana en Venezuela. Finalmente se presenta el tercer proceso de Transformación iniciando por la Prefectura de Formación y la presentación del Plan Provincial de Formación. En este mismo proceso la prefectura de espiritualidad nos invitó a proyectar la preparación de los 175 años de la Fundación desde nuestras comunidades y zonas.
Los laicos y laicas motivaron la oración al caer la tarde. La vocación y la misión se convirtieron en acción de gracias y en un nuevo llamado a ser, otra vez, sal y luz para las gentes.
La profesora Teotiste Fonseca, la hermana Elisabeth Ceballos y los esposos Octavio Cano y Estela Bolaños fueron el motivo de nuestro reconocimiento en esta Asamblea. Su trabajo y testimonio se vuelven un “muchas gracias” por la presencia, la misión, la compañía, la tolerancia y el perdón que han compartido con nosotros. Y recordamos también 75, 50 y 25 años de consagración y sacerdocio de muchos hermanos en esta caminada claretiana.
Un asado, unas bebidas, música y mucha fraternidad al compartir, rematan este penúltimo día de Asamblea.
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Nuestros frutos, compromisos y tareas, temas simbólicos y recurrentes, se hacen palabra en Hechos 1, 12 -14 con muchos nombres, que se recogen en el conocido y clásico icono de pentecostés, resaltando a la María Caminante que nos acompaña y nos permite decir simplemente, con don Pedro Casaldáliga :
¡Ábrenos los oídos y los ojos,
sacúdenos el miedo y las inercias,
danos un corazón de carne y crisma,
revístenos de gozo y de osadía,
envíanos, al Viento que te lleva,
testigos de tu Hijo,
diáconos de Pascua, servidores,
hermanos ecuménicos del Mundo!
La semilla es la figura y símbolo que nos llevamos a las comunidades, allá las sembraremos y cuidaremos con la esperanza del fruto abundante, con nuestro trabajo y vida comunitaria. En nuestras Zonas queremos hacer realidad muchas de las cosas que llevamos como propósito.
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