Después de un largo trayecto, recorriendo la zona de frontera entre Colombia y Venezuela, los Padres Luis Armando Valencia Valencia y Anselmus Baru, iniciaron las visitas fraternas a las comunidades claretianas de la región de Venezuela. Se inician las visitas en la comunidad de Mérida, la cual se realizó los días 20 al 21 de Agosto del presente año. Esta comunidad misionera atiende la parroquia Inmaculado Corazón de María. Desde su ubicación geográfica está ubicada en la periferia de esta ciudad, con atención tanto en lo urbano, como también algunas comunidades que están en la zona rural y montañosa de los andes venezolanos.
En esta comunidad se encuentran los misioneros Vicente Toro, José Yerlin Asprilla y Jalvik Negrón.
La dinámica de la visita consiste en dos grandes momentos, que son Reunión Comunitaria y Diálogos Personales. La reunión plenaria se enfoca en los aspectos de la vida comunitaria, vocacional y las pastorales que se acompañan en esta posición misionera. Este espacio de conversación se aborda desde las siguientes preguntas:
¿Es posible vivir nuestro estilo de vida comunitaria hoy?
¿Cómo aportamos desde nuestro carisma claretiano a la iglesia local?
Estas preguntas provocativas crean un ambiente de conversaciones que recalcan los siguientes aspectos:
- La vida comunitaria se alimenta desde la oración, la eucaristía, la vida fraterna y corresponsabilidad de todos los miembros en la misión. Por tanto, su construcción es una tarea de todos. En ella nos sentimos hermanos, lo que nos permite superar las diferencias y lograr una vida comunitaria para la misión.
- La parroquia es lugar de todos. Una parroquia abierta, permite una vivencia espiritual y pastoral para todas las personas que requieren nuestra atención. Por ello, encontramos en esta parroquia, no solamente la atención sacramental, sino que se preocupa por atender los grupos de oración y otros grupos pastorales, dinamizándolos desde la animación bíblica de la pastoral, la pastoral Juvenil y vocacional y Solidaridad y misión (SOMI).
- En el espíritu de la sinodalidad, reconociendo el papel de los laicos. Para ello, la comunidad se dedica a formar a los laicos y laicas, para que asuman las responsabilidades en distintas áreas pastorales de la parroquia.
- Para que la vida pastoral de la comunidad sea efectiva, es importante la planeación pastoral, tanto adentro de la comunidad como también en el nivel de la parroquia misma.
- Somos misioneros claretianos, y podemos compartir con los demás nuestro carisma, a través de símbolos, frases que hacen alusión a nuestro carisma misionero, preparar las celebraciones y fiestas claretianas que permiten visibilizar nuestra riqueza espiritual y misionera a los agentes de la parroquia.
Agradecemos a nuestros hermanos por su entrega generosa en la labor misionero que están realizando en esta parroquia, que el espíritu de Claret y el Corazón de María les siga animando en la misión en esta periferia misionera.
