La III Asamblea de SOMI se desarrolló, del 10 al 13 de octubre de 2025, en el Centro Claret, en la ciudad de Los Teques, Venezuela, durante cuatro intensos días.
El encuentro reunió a 59 participantes, entre Misioneros Claretianos y Laicos, de las diversas posiciones de la Familia Claretiana en Venezuela. Estuvieron presentes representantes de las Parroquias de Mérida, Barquisimeto, Los Dos Caminos, San Félix y Delta Amacuro, junto al Centro de Misión de Petare, la casa formativa de Emaús, los colegios de Maracaibo y Alto Hatillo, y el Colegio María Inmaculada de Caracas de las Misioneras Claretianas.

El objetivo central de la Asamblea fue revisar nuestras acciones pastorales en la compleja realidad de Venezuela. El encuentro fue iluminado por la Palabra de Dios, a través del libro de Job, donde se nos invitó a interrogar a la realidad, y se centró en tres grandes temas:
- El Derecho a la Vida Digna y el Cuidado del Otro en la Espiritualidad Claretiana: Presentado por el Padre Juan Bautista Flórez, Misionero Claretiano. Quien planteó que el carisma exige una compasión activa que va más allá del asistencialismo, promoviendo un cuidado integral de la persona y de la Casa Común (ecología integral); y que el servicio se debe materializar bajo el principio de hacer con otros, fortaleciendo la dignidad y la promoción de justicia y paz.
- La Esperanza para una Iglesia Sinodal: También presentado por el Padre Juan Bautista Flórez, Misionero Claretiano. La Esperanza impulsa la construcción de una Iglesia que camina junta (sinodalidad). La misión se concibe como un Peregrinar de la esperanza, sostenida por la oración y la indispensable colaboración entre Misioneros Claretianos y Laicos.
- Coyuntura social, Misión hoy y reto de la diáspora en Venezuela: Presentado por el Profesor Daniel González, del Colegio Claret del Alto Hatillo. La misión claretiana debe ofrecer una respuesta profética y humanitaria ante la fractura social y la crisis socio-económica del país. Esto implica trabajar en la reconstrucción del tejido social, impulsar proyectos de autogestión y realizar la denuncia profética de las injusticias, articulando la justicia social con la Integridad de la Creación.


Asimismo, en la asamblea se dedicó un espacio crucial al intercambio de experiencias concretas de Solidaridad y Misión, donde los participantes compartieron las realidades y las buenas prácticas de sus frentes apostólicos, fortaleciendo la Misión Compartida en la misión claretiana.
La asamblea fue enriquecida con una visita a las comunidades de Petare, donde el equipo de la casa formativa de Emaús, junto a las comunidades anfitrionas recibieron a los participantes para compartir la Eucaristía, brindando un encuentro vivo con la realidad de las periferias.
Desde este espacio, se resaltan los siguientes desafíos y compromisos:
- El carisma claretiano ofrece un camino de esperanza y solidaridad al asumir la realidad de Venezuela y el desafío global del cuidado del otro.
- La misión claretiana es un llamado a la acción ineludible: ser promotores del derecho a la vida digna, no solo cubriendo las necesidades básicas, sino también restaurando la dignidad mediante la escucha, el respeto y la promoción de justicia.
- El compromiso con la justicia, paz e integridad de la creación no es opcional, sino el núcleo de nuestra evangelización. El compromiso es avanzar como Iglesia en salida, en clave sinodal, haciendo con otros, agentes de buena voluntad, y siendo peregrinos de la esperanza en las periferias.
Al hacer esto, como Familia Claretiana, se actualiza nuestro carisma, ofreciendo un testimonio vivo de que el Amor y la ternura son la fuerza capaz de sostener y transformar la realidad social y humana en Venezuela, garantizando el cuidado del otro y el derecho inalienable a una vida plena y digna.



