El día 4 de Septiembre de 2024 se realizó la visita fraterna a la Comunidad Formativa Emaús, de Caracas, por parte de los Padres Luis Armando Valencia y Anselmus Baru, junto con el Hermano Jhon Jairo Flórez. La comunidad formativa está integrada por los misioneros claretianos Víctor Manuel Fontalvo y Yemir Cuesta, quienes son los responsables del acompañamiento a los jóvenes en las etapas formativas de prenoviciado y posnoviciado. Actualmente, estos jóvenes se encuentran realizando una experiencia formativa de misión en las comunidades de la zona oriente de la Provincia.
La visita inició con la oración de la comunidad (DE 70), tomada de la aplicación Fusimaña, encomendando al Espíritu este espacio de escucha mutua.
El objetivo de esta visita fraterna es animar a las comunidades desde tres elementos constitutivos de nuestra vida misionera: vida fraterna, vocacional y apostólica.
Se leyó personalmente el documento “¿Es posible un nuevo paradigma de comunidad? Luces y sombras en el camino” de –Luis Alberto Gonzalo Díez, CMF– el cual nos puede ayudar a entender lo que está pasando en nuestras comunidades desde las realidades que se viven en ellas. Se resaltaron y resonaron algunos aspectos:
- La importancia de la comunicación interna en la vida de la comunidad, que permite crecer dentro de ella, fomenta el liderazgo y la escucha mutua. Fomentar la cultura del diálogo, la comunicación asertiva y la transparencia.
- La comunidad es el espacio para el crecimiento personal. La comunidad es una realidad del presente con sus luces y sombras. No hay una comunidad perfecta.
- Innovación en la vida comunitaria, que exige desaprender y aprender nuevas formas de vivir las relaciones, tanto al interior de la comunidad como en el apostolado.
- Somos constructores de comunidad con nuestras potencialidades y limitaciones, con la libre decisión y voluntad de construir comunidad y ser cómplices del Espíritu.
- Las dificultades nos ayudan a integrar lo que somos, sin desgastarnos y destruirnos mutuamente. Es tomar la decisión de no vivir en conflicto y en crisis. Construir la comunidad es una decisión libre.
- Cada comunidad tiene un contexto, que se renueva y se recrea.
- Cómo vivir juntos y cómo integrar las crisis. Integrar las diferencias y diversidades: lo intercultural, lo intergeneracional, lo que somos.
- Desde la responsabilidad como acompañantes formativos se tiene el compromiso de transmitir con la vida y el testimonio de ser misioneros en comunidad, desde la cercanía y la confianza con los jóvenes que se acompañan.
A continuación, se comparte la experiencia que se está viviendo en el presente de la vida misionera en esta comunidad formativa.
- Se cultivan los espacios de oración personal y comunitaria en los distintos momentos de la marcha comunitaria y formativa.
- Los Padres Víctor y Yemir están realizando algunos estudios especializados para seguir potenciando su experiencia misionera y para facilitar los trámites de visado.
- La relación interpersonal como compañeros ha sido positiva, va más allá de la cercanía mutua. Hay capacidad de confrontar las dificultades, realizar juntos la programación y la planeación comunitaria y formativa.
- Se potencian las dinámicas entre estudiantes y acompañantes de lectura de la Palabra con la preparación de la homilía y la lectura orante un día a la semana. Esto también ayuda para la proyección apostólica.
- Se tienen espacios de reunión comunitaria y retiro mensual, animados por los formadores y estudiantes.
- Se continúa el apostolado en las comunidades de Petare, a pesar de ser pocos en la experiencia formativa. La misión se conecta con la experiencia formativa y la experiencia compartida de la vida y la fe.
- La relación con los estudiantes ha sido de cercanía.
- Hay una implicación y compromiso de la comunidad formativa con la animación vocacional. Hay perspectivas de asumir con mayor decisión la animación vocacional en la zona centro y en la región de Venezuela.
En lo referente a la dimensión apostólica, se indaga sobre cuál es la experiencia misionera que se tiene desde el espacio de la comunidad formativa.
Actualmente se siguen acompañando 7 comunidades cristianas, fortaleciendo los dinamismos y áreas de misión que tiene el Plan Provincial de Vida Misionera: biblia, solidaridad y misión, juvenil, misión compartida y en clave de sinodalidad.
Se asume el reto de la formación con los laicos con quienes se comparte la misión, principalmente en lo relacionado con la catequesis y la formación integral.
La cercanía y apertura con las personas del apostolado es un rasgo característico de la proyección que se tiene.
Hay un reto de seguir aportando desde la experiencia formativa a la promoción vocacional desde la proyección apostólica que se tiene y en el mundo de las redes.
Se agradece a Víctor y Yemir el servicio que actualmente acompañan en los procesos formativos iniciales en la Provincia.